lunes, 27 de septiembre de 2010

A thousand suns - Linkin Park


3 años han pasado desde aquel Minutes to midnight que no dejó indiferente a nadie. El cambio estilístico de Linkin Park era evidente. Tan solo algunos temas como Given up o No more sorrow nos hacían recordar los buenos tiempos de aquel Hybrid theory o Meteora. Nu metal perfectamente mezclado con lo mejor del rapcore, una sencilla receta que les ha hecho para gran parte de la crítica y el público, el mejor grupo de la última década.
Sin duda revolucionaron en su momento, y con Minutes to midnight buscaron un nuevo lugar en su propia música, acercándose hacia sonidos más propios del rock alternativo en un buen número de temas. Este cambio fue bien acogido por algunos y muy mal por muchos otros, evidentemente, como cualquier cambio, pero indudablemente con el tiempo se ha reconocido que aquel disco tiene un gran peso cualitativo debido a una sencilla razón: pese a cambiar su estilo, su forma de componer e interpretar sus canciones, todavía conseguían llegar al público, y hacerlo exactamente como ellos querían.

Con su nuevo disco, recién sacado del horno el pasado 14 de septiembre, no solo continúan con ese cambio hacia un estilo más alternativo y menos metalero, sino que se podría decir que es un álbum experimental. Esta vez juegan mucho más con la electrónica, se nota la mano de todo tipo de tecnologías, ordenadores, samplers y demás elementos para hacer una música completamente nueva. Se han apuntado a la moda (no por ser una moda es algo malo) de producir el álbum como un todo, en el que no existen los silencios y el final de cada sencillo significa el comienzo del siguiente, añadiendo pequeños "cortes" de un minuto entre algunas canciones, donde generalmente se puede oír algún coro, un lema esperanzador o un discurso histórico. Gratamente reseñable el titulado Wisdom, justice and love, transcribiendo con un fondo de piano muy sencillo, unas palabras de Martin Luther King, el 4 de abril de 1967 del que no voy a adentrarme a hablar, porque lo dice todo mejor por sí mismo:

“I come to this magnificent house of workship tonight because my conscience leaves me no other choice.
A true revolution of values will lay hands on the world order and say of war:
"This way of settling differences is not just."
This business of burning human beings with napalm,
of filling our nation's homes with orphans and widows,

of injecting poisonous drugs of hate into veins of people normally humane,
of sending men home from dark and bloody battlefields physically handicapped and psychologically deranged, cannot be reconciled with wisdom, justice and love.“

Del resto de canciones, si que es cierto que con tan poco tiempo todavía no he podido cogerle demasiado cariño al disco, pero se pueden rescatar algunas bastante interesantes como son el single The catalyst, sin duda un claro puente entre sus inicios y lo que muestran en este álbum, Waiting for the end, Iridescent o, la sorprendente The Messenger, en la que se oye a Chester dando toda su voz ante una guitarra acústica.

Mi veredicto...No os lo compreis, ni siquiera si soys fans de Linkin Park, porque os puede dar un bajón muy grande. Os animo a que os lo descargueis para poder juzgarlo sin temor a ser víctimas de hurto. A mí personalmente me ha gustado, es un disco que escucharé mucho, hasta que me acabe aburriendo de él, pero que sin duda, para mí es el peor de todos los de LP. Tenía el listón muy alto, decir Linkin Park es pensar en perfección, son palabras mayores y quizá el disco no esté a la altura, el tiempo lo dirá. Os dejo el primer single del álbum, The catalyst, el video no tiene desperdicio.

Like memories in cold decay
Transmissions echoing away

Far from the world of you and I

Where oceans bleed into the sky